Mañana el Sol se asomará a tu ventana, si busca curioso entre tus sábanas, permítele. Mañana el Sol te susurrará sin palabras: - Despiértate. No le muestres tu mirada, pero contéstale. Mañana el Sol te llamará por tu nombre: - ..... Levántate. No temas por la cera de tus alas, y en toda tu blancura, despliégate. Mañana el Sol tocará en tu ventana, ábrele; y un ejército de infantes dorados, se arrodillará ante ti. Mañana el Sol entrará en tu casa, y te dirá: - Mírame. No le ofrezcas tus ojos, pero mírale. Mañana el Sol acariciará tus alas, y te preguntará: - ¿Por qué? No le tengas miedo, y eso que nadie sabe, cuéntale. Mañana el Sol te tenderá su mano, y traerá un regalo para ti, y con sus rayos de fuego, purificará en Mundo hasta el otro confín. Mañana el Sol se levantará aún más temprano, y lo habrá hecho por ti, y pronto tus pies y tus alas te llevarán, allá donde quieras ir. Mañana el Sol entrará por tu ventana. ¡Despiértate! ...