Doloritas y perrico “Sisobra”.




Una familia humilde: madre y tres hijas, con el padre obligado a luchar en una guerra. Las cuatro esperaban confiadas su regreso con la puerta de casa abierta, casi sin comida ni esperanza. Se veían tan necesitadas y débiles, que no tenían ni aliento con el que alimentar su inspiración para ponerle nombre a un perrillo callejero que, una fría tarde de invierno, decidió adoptarlas para que al menos le dejaran hacerse un pequeño ovillo junto al fuego.

Sin oposición que se lo impidiera, el pobrecillo chucho se instaló junto a ellas, a los pies de la chimenea. Se le veía tan desolado y triste que apenas levantaba su cabeza del suelo ni para agradecer las caricias de las niñas.

Cuando una de las hijas, Dolores, le preguntó a su madre:

  Mamá, ¿podremos darle algo de la cena al perrico?
  Hija mía, pero si casi no tenemos ni para nosotras. – contestó resignada la madre.

El perrito ni se inmutó. Pero, cuando la niña insistió:

– Y… ¿Si sobra algo?

Entonces el perro levantó la cabeza, para bajarla de inmediato tras oír a la madre reponer:

– Hoy no creo que sobre nada, hija mía.
– Pero. ¿Y si sobra? ¿Y si sobra?  – insistió ya impertinente la hija.

Y el perrico volvió a prestar atención con sus ojillos reflejando las llamas del fuego que se extinguieron en su mirada justo antes de que mamá desistiera:

– Bueno, le daremos si sobra.

Y el chuchico alzó de nuevo la mirada con chispa propia.

– ¡Gracias mamá! ¿Ves? Si sobra te daremos. –tradujo Doloritas jubilosa, al perro.

Y "Sisobra", que ya se había puesto nombre a sí mismo, se alzó lamiendo jubiloso las manos vacías de la niña.

Aquella noche compartieron la familia y el perro: poca comida y mucho frío. Ya de madrugada, llamaron a la puerta, era el padre que volvía sano y salvo.

                                                La guerra había terminado.

                                                           Phineas Theron                                                                                                                                                                                               octubre de 2018

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Llama Eterna: Relato XVI –La Bendición Gitana–

ANARQUIA. Mensaje para los nacionalismos hegemónicos y colonizadores

POLVO DE ESTRELLA ROJA CON EL CORAZÓN BLANCO