LIBRERATURA

  El camino hacia un Estado Anarco-Judicialista desde cualquiera de las actuales Democracias Parlamentarias Represent ativas de mierda, no debería ser una caída por el precipicio de la desesperación, en el que la Sociedad abandona el suelo de la razón para terminar aplastada contra las rocas lamidas por el espumeante oleaje de la utopía; tampoco un mortificante sendero al Paraíso, largo, angosto, serpenteante, lleno de peligros, calamidades, y bajas, muchas bajas, que, en el mejor de los casos, al final de puro "revolucionario" resulta ser circular, dejándote varado donde empezaste. Eso si no terminas en una especie de Desolación de Darién, o directamente te cuesta la Vida. En realidad ese camino no es  largo ni pesado, y  la mayoría de nosotros  ya lo tenemos medio recorrido, pues dando por sentado que sabemos distinguir el Bien del Mal, sólo se trata de una EVOLUCION DEL INDIVIDUO hacia un estado de autodeterminación alcanzado por el desarrollo de la inteligencia entendida

  En la medida en que el Bien y el Mal no son actitudes diferentes para obtener resultados antagonistas, si no más bien actitudes antagonistas para obtener un mismo resultado, si éste es un Crimen nunca debe quedar impune . Pero... ¿Cómo se gestiona el Crimen en la Anarquía judicialista? En un Estado anarco-judicialista no se juzga y condena a los criminales, si no al Crimen en sí mismo, siendo aquellos quienes correrán con la parte de Castigo que les corresponda según su participación en el Crimen.  Pongamos un ejemplo: una violación llevada a cabo por un individuo a otro valiéndose de una posición de fuerza . El agredido denuncia los hechos y al agresor es arrestado como investigado. S e abren diligencias y, una vez completada la investigación, se convoca juicio. En este punto he de decir que lo que sigue NO NECESITA de un marco de utopía social e intelectual resultante de un periodo más o menos largo de transición y "adoctrinamiento" desde cualquier organización social act

  La Justicia no se crea ni se destruye, tampoco se transforma, es un invariante social universal.  Huid de quienes se erigen en creadores o destructores de Justicia, afirmando falsamente haberla transformado en Leyes domésticas que obren en nuestro beneficio, cuando sólo buscan el suyo comprándonos su impunidad con la falsa moneda de la Paz. Malditos cocineros de su "Gusticia".