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Mostrando las entradas etiquetadas como Dedicatorias

Para mi hija Carolina (M.D.) en su 35 cumpleaños

Una razón de ser y gran orgullo, para quienes, con ilusión, te ayudamos a venir. Admiración y agradecimiento, de cuantos hoy estamos aquí. El gozo eterno en la memoria de quienes,  tristemente, ya se tuvieron que ir. Una fiel aliada, preparada, agradable e incansable, para tantos y tantos que a diario luchan por seguir aquí. Amor y felicidad permanentes para quien fiel, y pacientemente, te acompaña siempre... ... Y para estas dos criaturas divinas, que  juntos  habéis traído, mucho cariño, buen cuidado, y el mejor ejemplo a seguir. Juntos le daréis sentido al tiempo que está por venir, y con vuestra estirpe, que es la nuestra, actores a la Humanidad, que por el buen camino le ayuden a seguir. En este día de tu cumpleaños, y en otros muchísimos que cumplirás, te deseo que seas muy feliz. Phineas Therón

PARA EL PRÓXIMO INVIERNO. MIS MEJORES DESEOS

  A TOD@S: un HOGAR ACOGEDOR, con una mesa de madera y sillas suficientes para rodearse de tod@s aquell@s a l@s que queréis de verdad, aunque ya no estén con nosotros.  Comida y bebida para los vivos; muchos y buenos recuerdos para "L@S OTR@S".  Vino y burbujas en las que ver reflejados sus rostros sonrientes con nuestras copas chocando. Licor suficiente para reconciliarnos, TOD@S.  Poca luz, y un fuego natural encendido, vivo y chispeante, donde quemar metafóricamente, o no, a l@s penitentes responsables de nuestras peores pesadillas. ¡Feliz invierno amig@s!  Feliz comienzo de una vida nueva. A PLANTAR FUERTES!!

ANARQUIA. ¡Levántate hija mía! !Que viene la guerra!

-   Levántate hija mía, que tienes que ir a la guerra. - ¿Qué guerra, padre? - La guerra por la Libertad. - ¿Libertad? ¿Qué libertad, madre? - La del Pueblo. - Vosotros sois mi Pueblo. ¿No sois libres? - Sí, pero, ¿y si vienen y se lo llevan todo? - Antes vendrá el invierno, y nos arrebatará la Vida, si no llenamos el granero. - Pero, ¿y los demás? - Los demás ya llenaron su despensa, vendiendo su libertad. - Vendrá la guerra, y les robará todo. - Pues que hagan como nosotros, y que esperen preparados a que venga. - ¿Y si todos hicieran lo mismo? - La guerra la trae el Hombre. Si todos hacemos lo mismo, la guerra no vendrá.  - Y ahora dejadme dormir hasta el alba, para que pueda peinar recta la tierra, que mañana nos dará de comer, y que algún día nos acogerá. Regada con nuestra sangre será nuestra por toda la Eternidad. "Levántate hija mía, que viene la guerra" es lo que le dijo mi abuelo José a mi madre en la madrugada del 12 de marzo de 1937. Se fueron, pero no la guerra,

Madre

Madre es la que, alumbrando con la peligrosa luz de las estrellas, y a riesgo de su propia Vida, revela del negro al blanco las páginas del libro de la nuestra, y nos presta su sangre como tinta para escribir la primera página. Madre es quien, con amor, desvelo, dedicación y cariño, nos mantiene, nos sostiene, despierta nuestros sentidos con dulces sonrisas, y guía nuestra mano con la noble intención de que el primer capítulo que escribimos, por si acaso, sea el más feliz de nuestra incierta existencia. Cuando la Madre, que nos ha enseñado a andar y a escribir, desinteresadamente  sigue  , incluso desde la distancia,  alumbrando  cada noche nuestro escritorio en ese momento en el que cerramos el capítulo del día, e imaginamos el del siguiente. Cuando eso ocurre, Madre pasa de ser el Título más Noble, a convertirse en un Estado de Gracia Plena, y su Luz, que se acabará apagando en la Tierra, un día pasará a ser la de una Estrella: Dolores. ¡Gracias Madre!

Jubilación de Don Francisco G.

Don Francisco G. se jubila. "Cosa de la edad" -dice contundente, pues es un hombre de palabras completas y justas. ¡Vamos! Las justas; ni una más. Cuando le vi por primera vez, con su ademán de ingeniero civil y maduro: las manos enlazadas a la espalda, o en los bolsillos de un pantalón de panilla marrón,  atenazando su cuaderno de campo entre el brazo y el costado, y con la cámara de fotos colgando sobre su chaqueta de gabardina color crema; no sé porqué, quizá porque completaba su indumentaria con una boina navarra bien acostumbrada a su cabeza, me trajo a la memoria a Pio Baroja, y que me perdone si le he incomodado con la comparación, pero la prosa de su dicción sosegada y concisa, reforzó mi impresión. Antes de que otros me dieran datos del  alcance extraordinario de la carrera profesional de Don Francisco, ya me había dado cuenta de que tras este hombre modesto y accesible, se encontraba un ingeniero con mayúsculas, a quien, por respeto a su talla, siempre me ha co

Nino Bravo. In memoriam

Murió el hombre, su voz no morirá jamás. Aunque cierren todos los Karaokes, se acabe la electricidad y se gasten todas las pilas, mientras haya un hombre a quien le guste cantar, tenga voz y cuente con la protección acústica de una ducha de agua, oiremos a Nino, o algo parecido. Su espíritu permanecerá.