ANARQUIA. Crimen, Juicio vs Justicia

 Venía yo pensando, desde el convencimiento de que casi todo el mundo lo hacía del mismo modo, que la Justicia se había desarrollado para disuadir y castigar el Crimen, por ser éste, consecuencia de desviaciones conductuales, incluso genéticas, de los individuos, el Principal Enemigo de la Convivencia Social, y que éste podía presentarse en categorías establecidas de antemano, con los matices que cada Estado pueda presentar, en función de su cultura o culto, de modo que éstos podían elaborar sistemas jurídicos, judiciales y penales "apropiados", y utilizo este calificativo desde el convencimiento, que siempre he tenido convicción, de su total carencia de "independencia".

Pero pasados los años, ya no creo en el Crimen como un acontecimiento eventual interpretado por uno o más criminales necesarios y suficientes, colaborativos o no; y circunscrito casi exclusivamente a una línea de tiempo que va, desde poco antes de que se produzca el primer daño a una víctima, hasta el momento en que la Justicia tiene noticia del mismo; pudiendo darse con frecuencia la reiteración del mismo hasta que todos los criminales son puestos a disposición de la Justicia. 

Ya no creo que el Crimen sea una actuación vital inevitable, interpretada por criminales y  victimas reales, como actores principales; sujeto incluso a categorías teatrales trágicas, dramáticas, o cómicas, donde el papel de los Jueces es elaborar, a modo de arreglo teatral, y basándose en cánones establecidos por la Justicia Estatal, cómo debe terminar cada Función para satisfacción del Público que ha pagado su entrada para que la obra termine "bien".

Ahora estoy convencido de el Crimen no es un evento impersonal cometido por personas desviadas, para mí EL CRIMEN ES UNA CRIATURA METAFÍSICA INDIVIDUAL, que desea existir, y que para ello necesita  de padres que la gesten; nace, se cría bajo el cuidado de numerosos tutores que pueden llegar incluso a adorarle, crece, actúa por su propia voluntad hasta que envejece muere, y se transmite por reencarnación a otros gestantes que le configuran una nueva personalidad. Toda su existencia supone la Línea del Crimen, y cada Crimen, como cada guijarro del río, por mucho que puedan parecerse entre sí, es diferente de los demás.

La "bondad" o "maldad",  del Crimen no le son intrínsecas, sino que dependen de la percepción del daño que puedan tener sus Victimas, y ésta del sufrimiento padecido de sus circunstancias personales intrínsecas, y de la configuración mediática que sobre ellas haya establecido el Estado.

Siendo por lo tanto el Crimen un Ente Vivo, y que, no habiendo sido nosotros sus creadores, no tenemos derecho a extinguirlo, hemos de convivir con él, e integrarlo en la Sociedad, pero sin domesticarlo.

 Lo que hace diferente al Crimen de otras criaturas, es que no se hace responsable directo de su comportamiento, ni de sus actos, pues para ello se vale de otros seres vivos, principalmente de los Seres Humanos que habita, modificando los límites de sus Libres Albedríos hasta interferir con los de otros Seres Humanos, incluso hasta convertirles en Criminales por contravenir los preceptos de establecidos; eso le encanta, puesto que éste es el fin para el que fue creado dentro del marco del Equilibrio Universal, lo que le convierte en un Ser tan detestable como necesario, sobre todo porque de él se sirvieron sus domadores para nuestra nuestra EVOLUCIÓN transhumanista.


En los Estados Democráticos la Justicia jura buscar la erradicación del Crimen mediante el castigo "constructivo", la compensación a las víctimas, y la reinserción de los criminales. Este sistema es totalmente perverso, pues deja fuera de la ecuación al ideólogo principal, el Crimen, que seguirá campando a sus anchas refugiándose, cada vez que lo necesita, en la fortaleza laberíntica de la Justicia, castillo que él mismo ha construido; y esto es así porque el Estado, ya sea Potestativo o Autoritario, es el mayor Criminal de todos, por estar desde su primera creación totalmente parasitado por el Crimen. véase: ANARQUIA. Justicia y Juicio.

Lo primero que debe hacerse para disponer de una Sociedad que conviva con el Crimen sufriendo los menores daños del mismo, es elaborar un Estado desinfectado del parásito del Crimen, y esto sólo puede conseguirse eliminando su refugio, es decir la citada fortaleza laberíntica de la Justicia. Sólo debe disponerse de una Carta Magna para protegerse del Crimen, y ésta, cuanto más sencilla y transparente mejor. La Ley Natural, apenas mejorada con los Derechos Humanos como privilegio sobre el resto de las especies como recompensa por las vicisitudes por las que el Crimen nos ha hecho pasar a consecuencia de nuestra evolución transhumanista, ES MÁS QUE SUFICIENTE. 

Así pues, siendo el Crimen un ente vivo individual, perverso pero necesario, que puede actuar de modo anti-social sin dar la cara, en el Estado Anarco-Judicialista, en aras de mantener los límites del cada Libre Albedrío para garantizar la Convivencia, a cada Crimen debe aplicarle un Juicio exclusivo, que, bajo los preceptos generales de su Carta Magna, lo identifique, analice toda su existencia, las consecuencias de sus actos, y la responsabilidad sobre las mismas de todos aquellos que, necesaria y suficientemente, intervienen en su existencia: padres, huéspedes, víctimas, y... también los Jueces, castigándoles si no hay más remedio, y, sobre todo, sometiéndoles a "desinfección" con el simple tratamiento de convencerles de la inutilidad de sus promesas en un entorno natural en el que vivir con una espiritualidad elevada.


 En el E-AJ se juzga al Crimen del mismo modo que se preservan y cuidan los animales salvajes en las reservas naturales, no con la intención de domesticarlos ni de extinguirlos, sino de circunscribir su existencia a un Medio Natural preparado para aquellos Seres Humanos ya capacitados para convivir con él, manteniendo todavía lejos a los que aún estén "desnaturalizados" por milenos de falsa evolución criminal interesada, que ignoran el modo de cuidarse de su influencia por carecer de Espiritualidad Moral suficientemente elevada como arma principal para librarse de la infección del Crimen, permitiéndoles su conocimiento pero permitiendo la convivencia con él sólo cuando hayan alcanzado un nivel de seguridad en sí mismos y de autosuficiencia espiritual que les haga innecesaria incluso repulsiva la promesa de una existencia mejor bajo los "cantos de sirena" del Crimen. Véase ANARQUIA. Crimen y Castigo.

El E-AJ no debe considerar nunca al Crimen como un arma bacteriológica que pueda utilizar a para forzar sus preceptos en otras Sociedades, ni en la propia. Se debe limitar a juzgarle de modo permanente, poniendo a la vista de todos sus efectos, enseñando a los ciudadanos a vivir junto a él de modo que éste, temeroso de su Altura Moral y Espiritual, les respete y no les parasite; así, en apenas dos o tres generaciones, el Crimen, desnudo y a la vista de todos, aburrido de esperar incautos que le escuchen, se irá para siempre de este Planeta en búsqueda de otra Especie en los albores de su Evolución, con la que DIVERTIRSE, devolviéndole sentido a su existencia.

SÓLO ENTONCES SE HABRÁ HECHO JUSTICIA.
    Phineas Theron, enero 2024


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