ANARQUIA. Transgresión vs Agresión

El Anarquismo Judicialista, no tiene nada en común con cualquier otro anarquismo, acaso el nombre, que como ya expliqué, adopté (hurté) por que me salió del casco.

Si para el Anarquismo "tradicional" la figura del Estado representa al poder represor que debe disolverse para que el ciudadano, una vez colectivizado, pueda sentir que ejerce plenamente su libertarismo, en el Anarquismo Judicialista, el Estado, al igual que la jungla remota y aislada para el orangután, determina el ecosistema al que, irremediablemente, debe acomodarse para su existencia, sin perder su esencia de "orangután".

Sería una necedad pensar que este mundo es un jardín de rosas, pues no pasaríamos de ser enanos de escayola pintados (los de Amalie, recordáis). Vivimos en la selva, ésta se rige por leyes fundamentales inviolables, y la de los "depredadores" es la más conocida.

Según parece, pues la historia escrita así lo indica (otra cosa será la verdad, que ciertamente desconozco); insisto, según parece o al menos en teoría, los anarquistas han ejercido la AGRESIÓN al Estado como respuesta de autodefensa ante lo que ellos identifican como su principal depredador, sin darse cuenta de que el Estado es el biotopo donde viven, y aniquilarlo es relegarse al ostracismo en el desierto.

Para el anarco-judicialista su principal labor es la TRANSGRESIÓN de las normas establecidas por los demás seres de la selva, con la escusa de que son "mayoría", y con el fin de domesticar las Leyes Naturales de la Selva a su antojo hasta convertirse en mansos corderos (ganado).

No debemos cumplir con las leyes artificiales y arbitrarias que se dictan para justificar cualquier contradicción con la Constitución. Esa es la esencia del Judicialismo: la TRANSGRESIÓN.

El anarco-judicialismo no tiene prisa, transgredir no es vencer con la agresión, es convencer con el ejemplo de la desobediencia del sujeto "pasivo".

El Estado Anarco-Judicialista, es el corazón de la Selva Humana, que no se debe talar, desbrozar, cultivar, ni domesticar, pero en el que deseamos vivir porque es nuestro hogar.

No sé si acaba de convencerme, pero se me ha ocurrido este símbolo para identificar al futuro Estado Anarco-Judicialista Español.