ANARQUIA. La abolición del Género
Con la versión ὂ μικρόν del nuevo software de la IAEH (Inteligencia Artificial Emocional Humana) actualmente en implantación a modo de "prueba de fallos", se demuestra a cada momento cuánto incomoda el Género en el ámbito de las relaciones sociales de la denominada "Nueva Normalidad".
La explosión de variantes de Género: naturales, mutantes, quirúrgicas, sobrevenidas, psíquicas, virtuales y meta-versales; con su efímera prevalencia y más que caprichosa evolución, ya hacen de facto inútil el uso del Género como elemento diferenciador práctico en todos los ámbitos: legal, social, censal, e incluso sanitario.
Ocurre algo similar con las mascotas, en concreto con los perros. ¿Qué sentido tiene preguntar: es "chico", o "chica"? Cuando están castrados, o vaciadas; prácticamente todos a excepción de los criaderos que, cada vez, más están controlados por una multinacional (aviso a navegantes).
Así pues, ha llegado el momento de abolir el Género como hecho diferenciador oficial del individuo, relegándole al ámbito meramente íntimo, cultural, o confesional.
En el Estado Anarco-Judicialista igualitario no se registrará, ni se describirá el Género en el Acta de Nacimiento, ni en el Registro Civil, y por lo tanto tampoco en el DNI. Una preocupación menos.
En la Carta Magna Anarco-Judicialista, las discriminaciones por razones de Género tendrán el mismo tratamiento que por creencia o confesión, siendo aquél como éstas a elección del individuo en cada momento; considerándose agresiones con resultado de una grave lesión contra el Libre Albedrío de las personas.
Los abusos y agresiones sexuales, que ya nada tienen que ver con el Género de los autores y las víctimas (siendo éste ya en muchos casos prácticamente imposible de distinguir), seguirán teniendo el mismo tratamiento de delito grave contra la integridad de las personas tanto física como moral; atendiendo, eso sí, a la hora de ser juzgadas, al agravante por las diferencias físicas entre el agresor y la víctima, siempre se demuestre que éstas han sido utilizadas en la agresión; como la superioridad en fuerza, agilidad, talla, edad, o miembros ausentes en la víctima.
En cuanto a las implicaciones que el Género viene teniendo históricamente sobre la lengua y las comunicaciones, éstas quedarán bajo la tutela y decisión de la Muy Noble Academia de la Lengua y la Comunicación Estatal.
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