ANARQUIA: no volveré a votar nunca más.
Ya he acumulado sobradamente medio siglo de experiencias: el atardecer de una dictadura "soleá", el retorno forzoso de una monarquía huida que, como nunca acabó de arrepentirse de su regreso, en cuanto pudo voló al país de las mil y una noches; la elección simulada de un nuevo régimen de collares para los hijos de los mismos perros; la explosión de un desenfreno arrasador, inducido por la engañosa sensación de la igualdad social; la fragmentación sistemática del estado, y su recomposición con masilla de agua y harina, para elogiar a la locura del cura erasmus; he sentido la picazón del insidioso prurito de una monarquía de repuesto sólo aparentemente preparada y presuntamente agnaticia; la hinchazón de un pueblo que, como una patada en los huevos, ha pasado del rojo al azul, al morado, y que como las plumas de las "gallines" negras según les dé el sol será un arcoíris: naranja, verde, lila, se tornará amarillo pero que seguro acabará gris "losa" (de depósito de cadáveres).
He visto exposiciones de vanas ilusiones universales, la devaluación del hombre para igualarlo a la inflación de la mujer, o al revés, no sé muy bien; la sublimación de la ideología de género; la idiotocracia mediática; la ansiada dinamitación de la familia basada en el amor; el surgir "darwinista" de una nueva probóstide facial; la gran abreacción inducida; el horizonte del transhumanismo y el "transmascotismo". Y por último, una erupción volcánica con los "chorros" amarillos, aún humeantes, de la milagrosa virgen meona, observados con deleite por paco primero el comunero. Eso sí, todo ello con minúsculas, de puro mediocre y patético.
No he visto nada que vosotros no creeríais: "Naves de ataque en llamas más allá del hombro de Orión, ni rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser"; tampoco he visto, ni veré, la salida de Egipto, porque ese país no tiene salida.
Sí que he visto el agua transformase en sangre (Biescas, 1996), llover ranas (no en Mangnolia, si no realmente y en varias ocasiones, lo juro), morir el ganado (vacas locas), llover granizo y fuego (Columbia 2003), la mayor plaga de langostas (generación del 50 Y algunas posteriores), las tinieblas sobrevenidas tras la exhumación del dictador para la incineración de su alma abrasada con 34 latigazos de fuego, que trajeron el covid-19, y la muerte de los primogénitos.
Después de todo lo que no he visto, y sí he visto, sólo puedo decir unas pocas cosas más que os puedan competer a "todes" "vosotres":
1.- Que no he visto gente muy obediente, si no más bien maleducada, mandona, egoísta, e interesada.
2.- Que en la cama sólo he visto a mi familia, que son lo único que me importa, y afortunadamente, más bien me obedecen poco, aunque me quieren mucho.
3.- Que no hay gente que tan solo pide vivir su vida, pues la mayoría se alimenta de meterse, por activa o por pasiva, en la vida de los demás.
4.- Que no hay gente que quiere vivir sin más mentiras y en paz. Todos mentimos, y no poco; y la paz termina tan pronto como empieza nuestro egoísmo; es decir, enseguida.
5.- Así pues, ya que no hay quien lo merezca, y ya que en mi familia no se presentarán, NO VOLVERÉ A VOTAR NUNCA MÁS, ni siquiera en la comunidad de vecinos.
6.- Que mi participación social a partir de ahora consistirá, como ocurre con los niños, en cuestionarlo absolutamente todo, y PREGUNTAR ¿POR QUÉ?
Con 58 años ME SIENTO SUSPENDIDO COMO ADULTO; por lo tanto, intelectualmente me vuelvo a parvulitos; pero, como a mis padres ya no podré preguntarles, inundaré a preguntas a cuantos me recomienden, vendan, o impongan cualquier idea, concepto, consejo, precepto, o artículo; y luego, como los niños rebeldes, HARÉ LO QUE ME DÉ LA REAL GANA.
NO TE REVOLUCIONES MÁS, ¡EVOLUCIONA! PREGUNTA A "TODES": ¿POR QUÉ? ¿PARA QUÉ? ¿QUIÉN?...
Phineas Theron, 6 de enero de 2022
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