Nana para Adriana
En una nube de algodón,
una estrellita del cielo,
te trajo niña Adriana,
dueña de nuestra razón.
Duerme, mi corazón,
guardada con mi desvelo,
de la noche a la mañana,
inocente sin condición.
Sueña, mi otra ilusión,
esperada con el mismo anhelo,
tu alma pura y liviana,
de esas, que genuinas, aún son.
Phineas Theron
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