Tanto monta…

Bubú & M A. / M A & Bubú. Tanto monta…

Bubú nació a mediodía del pasado 14 de febrero, día de San Valentín y de los “enamorados”. Fue en el Café Universal, de fondo sonaba su canción favorita: ‘amor de mis amores’ de Agustín Lara, pero, interpretada por Natalia Lafourcade, lo hacía aún más romántica. En el mismo alumbramiento nació M A, la que venía siendo, es, y será por siempre: el Gran Amor de su Vida.

Algunos dijeron que fue un parto prematuro; esa misma impresión y algo de miedo tuvieron ellos cuando justo en el mismo instante tuvieron la certeza de que iban a nacer, pero, ¿qué importa? Si se va a vivir para siempre, cuanto antes se nace, mejor.

Por cierto, Bubú y M A nacieron juntos, son hijos del Deseo y de la Fortuna, son almas gemelas, y, por muy difícil que resulte siquiera de imaginar: el fruto de su propia descendencia; pero no son hermanos, tampoco se parecen en casi nada. La fecundidad propia del Amor que se profesan, y el Deseo de la Vida en perpetuarse, hicieron posible este prodigio.

M A y Bubú llegaron en buena hora, uniéndose a una legión que crece cada día y seguirá haciéndolo incluso cuando ellos ya no estén aquí; eso es lo que esperan, pues no ansían mayor éxito que al salir de la vida lo hagan con la satisfacción de que alguien de su propia sangre pueda dar continuidad a su legado espiritual, quien sabe si sumando siglos al orgullo de pertenecer a una misma estirpe de Personas horadas, humildes y honestas, aunque, eso sí, ávidas de Crear salud, progreso, bienestar y Felicidad con sensatez, y respetando siempre a la Naturaleza que a todos nos acoge. No reconocen otro Camino.

El próximo lunes 4 de noviembre Marta cumplirá un año más, y a su nieta Valentina le faltarán diez días para cumplir nueve meses, justo el tiempo que hace que yo, Agustín, me convertí en su abuelo “Bubú”, y mi esposa Marta, en su abuela “M A”. Eso es: M A y Bubú surgieron juntos como abuelos al nacer Valentina, ahora crecen con ella, y madurarán viéndola crecer: a ella y a cuantos traiga el devenir. 

Marta y yo disfrutamos de una nueva infancia siendo M A y Bubú, y damos gracias por nuestra fortuna de ser los abuelos de Valentina. Los momentos difíciles por supuesto, pero incluso todos los malos que hemos sufrido en nuestros ya más de treinta años casados, los damos por buenos por la simple razón de su existencia. El árbol que plantamos con nuestro matrimonio, dio sus frutos: Carolina y Alejandro, que son nuestro único legado y nuestro mayor orgullo. 

Carolina con su esposo Nacho, ya plantaron otro árbol que también ha dado un fruto precioso del que podrá surgir otro árbol, ... Qué bonito sería formar un bosque en una ladera soleada de nuestro particular Olimpo, pequeño pero sano y frondoso, en el que la Naturaleza pueda seguir evolucionando en busca de aquél Buen Ser Humano que siempre ansiamos ser, y un día perdimos diluido en el maléfico jugo de la semilla alóctona.

Marta cumplirá un año más, un Gran Año, y deseo que cumpla muchísimos más, sea cada vez más feliz, se sienta satisfecha de lo que ha creado y, sobre todo: reconocida por ello.

¡Feliz cumpleaños Marta (M A)!