La noche

Dice ahora el sabio que el día, el sueño del hombre crea,
pues sólo cuando en éste se baña, la vista le recrea.
Que no hay otra cosa que aquella, que por el hombre es observada.

¿Dónde queda la noche, cuando le alcanza la mañana?
¿Dónde sus criaturas, por la luz abrasadas?
¿Acaso algunas pervivan, entre sombras agazapadas?

Dice ahora el sabio que el día, el deseo del hombre afianza,
pues sólo de sus ojos sale, la materia que lo plasma.
Que no hay otra verdad que aquella, que por el hombre es deseada.

¿Dónde queda la noche, cuando le alcanza la mañana?
¿Dónde tu mirada, por la luz deslumbrada?
¿Acaso tus ojos sigan, mirando estrellas lejanas?

Dice el sabio que el día, mis deseos afianza,
pues sólo de mis ojos sale, la luz que tu cuerpo baña.
Que no eres más verdad, que la de por mi deseo imaginada.

¿Dónde queda la noche, cuando le alcanza la mañana?
¿Dónde tu sonrisa, por la oración borrada?
¿Acaso tus labios sigan, rogando a la noche cerrada?

Miente el sabio que dice, que eres realidad creada;
pues nunca te ven mis ojos, cuando sé que lees mis plegarias.
Porque ya no hay otra verdad, que tu presencia anhelada.

¿Dónde queda el día, cuando le alcanzan tus pisadas?
¿Dónde sus criaturas, por tu presencia eclipsadas?
¿Acaso algunas pervivan, tras las estrellas de tu mirada?

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