Conversaciones con Felisa III, "La Lista"
Hace unos días, mientras bajaba de una escalera de madera para pasar a podar otro manzano, en el penúltimo peldaño pisé a una gallina. La sensación de tomar "falso" suelo, casi me descalabra, y bajé de un salto. -- ¡¿Qué cojones haces ahí, Felisa?! -le pregunté, aún sabiendo que no obtendría respuesta, por el simple hecho de llenar mi soledad. Pero Felisa respondió: -- ¿De verdad le estás preguntando a una gallina qué hace posada en un palo? -me espetó, mirándome alternativamente con un ojo y el otro, mientras recuperaba el equilibrio en el peldaño. No sé que me extrañó más, si que una gallina me hablara, o que en lugar de responder me formulara una pregunta del todo... coherente. Pero como yo siempre he sido muy asertivo, respondí: -- Perdona, pero es casi me caigo por culpa tuya. -- Quería decirte que no nos tires las ramas de los manzanos, que no nos gustan. Échanos una lata de esos "petipuá" que compras en Olorón, y que guardas para el "madmax". Había