LIBRERATURA

Después de varios capítulos escribiendo sobre una nueva variante político-filosófica del Anarquismo, acabo de darme cuenta de que tendría que haber comenzado por aislar y estudiar el colectivo objeto de aplicación, es decir: el Ser Humano. No os quejéis, aún más anárquico podría haber sido; por ejemplo, podría haber escrito sólo el último capítulo, y lanzarme al  activismo anarco-judicialista, sin dar puñetera explicación. Pero no voy a ser tan cabrito. Así pues, echémosle un vistazo a nuestra especie antes de aconsejarle (*) cómo debería de "no organizarse" para sentirse libremente organizada. Opino que en lo físico el Ser Humano es una quimera elaborada a imagen y semejanza de sus creadores; es decir, una réplica a escala de aquellos que nos diseñaron. Obviamente, atendiendo al motivo de nuestra "fabricación" somos iguales, pero más pequeños, quizá a escala 1:2 para que los recursos del planeta durasen hasta cumplir su objetivo. En cuanto a lo cognitivo, teniend

Ángel novato, Romeo diletante, la dejó volar.

  Venía yo albergando la convicción de que el Amor es el máximo estado de gracia al que se puede aspirar en la vida, pero de un tiempo a esta parte estoy experimentando algo nuevo para lo que todavía no tengo nombre, no sé muy bien cómo identificarlo, y tengo que prepararme a conciencia, ¿practicando la meditación?. Podría decir que es algo así como la aproximación a un estado de plenitud espiritual alcanzado a través de la aceptación de que las limitaciones que nos impone el Amor: inseguridad, incertidumbre,  celos, cansancio, e infidelidad; han desaparecido para siempre. Trataré de explicarme mejor.  Si estar enamorado fuera como conducir tu clásico Mercedes Benz color índigo en  un precioso atardecer de verano, con el bosque de un lado y del otro el océano , escuchando los coros de The Great Gig in The sky, o la póstuma invocación materialista de mi adorada Janis Joplin, a toda mecha ;  pero los baches de la carretera, y sus numerosas curvas no te dejaran percibirlo y disfrutarlo p