LIBRERATURA

  Paciencia, templanza sostenida, por silencio.

Arte nuevo, sonrisa increíble; no te cansarás.

Bu-bu bueno, bueno, si, bueno; ya lo veremos.

Fuerza tenaz, voluntad creadora, exígese más.

Fría nieve, corazón caliente, lleno de amor.

Entre dos puntos, la distancia más corta: con menos pesos.

Teníamos Luz necesitábamos más, nos llegó más Luz.

Blanca paloma, despliega sus alas, echa a volar.

Sol y la Luna, en cielo de espuma, luz elegida.

Corazón dulce, piel de mandarina, fruta tropical.

Un rayo de Sol, a la cuarta pared, luz esmeralda.

Luz creadora, gracia de gacela, fuerza sin fin.

Lluvia y tú. Cada vez más lejano, el Fin del Mundo.

Eres arena, que besan mis labios; yo océano.

Senda del Santo, dulzura sin azúcar. Fogón sin humo.

La mar salada: agua de montaña, corazón de pan.

¿ Habrá hoy una estrella tan próxima, a la que rogar un destello fulgurante , que le alcance en la noche óptima , y sobre  su cabeza brille un diamante ?   ¿Podré cumplir mi voluntad legítima, y vivo encontrarme delante; pues, tras una existencia ubérrima, mi vida haya durado bastante ?   ¿Podrán contener mis ojos la lágrima, para logra r mi sueño constante, y por vez, única y última, contemplar nítido su bello semblante?                                                           Phineas Theron, 2021

En una nube de algodón, una estrellita del cielo,  te trajo niña Adriana,  dueña de nuestra razón.   Duerme, mi corazón,  guardada con mi desvelo,  de la noche a la mañana,  inocente sin condición.   Sueña, mi otra ilusión,  esperada con el mismo anhelo,  tu alma pura y liviana,  de esas, que  genuinas,   aún son. Phineas Theron

Nuevas estrellas han dado más brillo al firmamento, mil veces mil, y cada día pasado, aún da un aumento, de otras mil. Nunca hube conocido crimen ni asesinato, así de vil, ni a pueblo sometido, a orden ni a mandato, harto hostil. Hermano enajenado por un veneno oculto, súper sutil, tu hora no ha llegado, aún estás despierto: ¡sal del redil! Estrofas de pie quebrado cipreses del camposanto, oyen cien mil. En el cielo arrastrado, graban este alegato, verde buril. Sabrás que has despertado y librado por completo, de hiel vil, cuando hayas leído, entendido su soneto, no incivil. Pide hombre liberado  bandeando a rebato, salud civil. Pare el pueblo unido, semejante holocausto, sin un fusil.                                      Sabré que he acertado y he hecho lo correcto, al mil por mil, cuando vea jugando, de niños en conjunto: millones mil. Mas... Si no hemos despertado... Nuevas luces irán dando más brillo al firmamento, miles por mil, y cada día pasado, seguirán en aumento, otras cien m

Seda y cobre, bella, serenísima, inspiración.