LUCIA. El frente mesoamericano

Mayo de 2054. Desde la balconada del palacio de la NaZion, en el centro urbano de Nueva Jerusalem, el Canciller Natán arengó una vez más a otra hornada de tropas que, en perfecta formación, cubrían por completo las siete hectáreas de la plaza Milei, dispuestas para partir a un frente que, debido la feroz contienda ejercida por la coalición MexicAmericanA del Norte (MAAN), llevaba meses atascado sobre la vía Panamericana, justo en la frontera entre Colombia y Panamá.

- ¡Vuestra valentía dará sentido al gran sacrificio que convirtió nuestra ancestral Tierra Prometida en la tumba de todos nuestros predecesores. Para reanimar sus espíritus, haced que suenen más fuertes que nunca las Trompetas de Jericó sobre la Desolación de Darien. No temáis a la muerte, ellos os ayudarán!

- !!El día de la Victoria  está mas cerca que nunca, lo veo en vuestras manos armadas. Lo sé. Después les sacaremos de entre las cenizas que ahora reposan con las del enemigo en el desierto radiactivo de Israel, porque al fin el mundo entero, libre de los goyim, será nuestro!! -les prometió antes de que una ovación descomunal ahogara los potentísimos altavoces del Ministerio de la Guerra.