ANARCO-JUDICIALISMO. Poesía
Ahora que puedo, de mi fachada blanca, frente a mi ventana abierta, cinco hilos negros , pediré que pendan, que parezcan eléctricos; y así, como de niño, desde mi cama, cuando llueva, de fulgurantes diamantes, una catenaria musical, interrumpa mis sueños, por la mañana. Que frente a mi ventana, abierta, en mi fachada, blanca, pendan cinco hilos negros, de luz. Ahora pedirlo puedo; y, cuando me juzguen, por la mañana, seré inocente, como de niño; cuando gotas sin esperanza, se abandonaban, y, cayendo del pentagrama negro, componían en mi cabeza, música de jilgueros, que a nadie dañaba: ni a mi, ni a las golondrinas, ni al luzero.