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La Peña Montañesa.

Dice el romance del loco, que fue un visionario, que duerme la joven pastora, su sueño milenario. Sábanas de nieve sobre su cuerpo lozano, al río se fueron en cuanto llegó el verano, y cúbrenlo ahora las nubes, de la mirada del villano, hasta que un príncipe Cheso, la despierte de un beso, en la mano.

Dolores.

Hoy se cumplen diez años del fallecimiento de madre, Dolores: una infancia en guerra, veinte años con el reloj social girando al revés, cuatro décadas de sumisión y trabajo duro, aquí y en el extranjero. Dos hijos bien criados, una jubilación merecida pero efímera, truncada por la enfermedad y once años postrada en la cama; en coma vegetativo. Una tragedia vaticinada por su nombre. Oración: Qué gran abuela se perdieron mis hijos. ¡¡Redios!!

Nino Bravo. In memoriam

Murió el hombre, su voz no morirá jamás. Aunque cierren todos los Karaokes, se acabe la electricidad y se gasten todas las pilas, mientras haya un hombre a quien le guste cantar, tenga voz y cuente con la protección acústica de una ducha de agua, oiremos a Nino, o algo parecido. Su espíritu permanecerá.

Agua, III: Agua para todos.

Si se hace racionalmente, en el camino del agua hay lugar para casi todo; en orden: esquí, pesca, producción hidroeléctrica, boca, riego, vela, rafting, piscifactoría, ganadería, otro riego, industria, ocio, más riego... Eso sí: todos toman, todos pagan; por consumo y proporcionalmente al beneficio obtenido; y ninguno ensucia ni malgasta. Quien consume tiene preferencia sobre quien no lo hace, pues se entiende que consumir agua es esencial para él (boca, ganadería, agricultura e industria, por este orden) Hay una cantidad que es propiedad de la Naturaleza, se trata del caudal ecológico o de mantenimiento del ecosistema. Calcular este caudal en cada tramo es posible y es una obligación responsabilidad de los técnicos competentes, escuchando a todos los partícipes; para eso están las Confederaciones Hidrográficas. Saludos septentrionales.

Relatividad.

Tras el cristal de su realidad, observa inmóvil el pasajero estoico cómo el mundo que le rodea se disuelve en la bruma viscosa de sus sueños y se reconstruye cada vez que su mirada regresa del infinito interior de sus pensamientos. Nada se mueve, sólo el tiempo. No hay viaje, sólo cambio metafísico.

Graffiti.

Algunos encuentran en los rincones de nuestra cotidianidad, el vacío perfecto donde perpetuar sus sueños. Pobres ingenuos, no saben que nuestra cotidianidad es tan efímera como sus mejores sueños.

Otón.

Es mucho más justo morir uno por todos que todos por uno. Hace unos días, comiendo con un buen amigo, común a muchos de nosotros, (si quiere que se manifieste :) ), me comentó un hecho histórico que yo desconocía; no porque ese día no asistiera a clase de historia, si no porque carezco de la formación histórica necesaria.  Se trataba del efímero (tres meses) emperador romano, Otón; que tiene a gala haber sido protagonista de un hecho apenas emulado (acaso por uno de Santiago de Chile y por otro de Belén, aunque de éste no lo tengo muy claro). Otón sacrificó su vida para evitar la muerte de muchos en una batalla iniciada por él mismo y que no necesariamente daba por perdida.  Llevo dos semanas dándole vueltas a la gesta de éste romano, y me pregunto si, por el bien de ya no de muchos si no de casi todos, no es el momento de que alguno(s) de los que nos han llevado a este debacle socio-económico se sacrifique, dejando de la voluntad o de la conciencia de otros, la decisión de acompañarl