La tribu de los Kaïri-kó y las gallinas ponedoras.
Hace muchos, muchos, muchos años; érase una tribu de la etnia Kio-mañón conocidos como los Kaïri-kó. Apenas cuatro docenas de indígenas que, desde tiempos inmemorables; vamos, ellos ni se acordaban desde cuándo, como para acordarme yo milenios después, habitaban en los abrigos de lo que hoy denominamos “Estrechos del Río Martín”; río al que ellos llamaban Ta´rtín-Kó. Aquella buena gente vivía cazando, recolectando y apoyados por una agricultura y ganadería incipientes gracias a que el valle del Río Ta´rtín-Kó era el doble de profundo que ahora y todavía tenía muchos manantiales termales; por lo que, a pesar de que entonces la Península Ibérica tenía un clima mucho más frío que el actual, el valle gozaba de un micro-clima algo más templado que favorecía que en él abundasen frutos salvajes como acerollas, manzanas, mengranas, higos, brevas, almendras, nueces y avellanas. A las abruptas paredes del valle, donde vivían cabras, se asomaban bosqu...