VAGABUNDO VII: Invierno en Rotonda
Todavía es invierno en Rotonda, eso sí, un invierno caprichoso que, después de revestirse, un día sí, otro no, de otoño; un día no, otro sí, de primavera; llegado el carnaval, para seguir siendo más original que nadie, ha decidido quitarse el disfraz y mostrarse en cueros, tal y como es de crudo. A cualquiera de nosotros, tanto pendoneo climático nos tiene desconcertados, pues imagínense a los habitantes invernales de Rotonda. Que los hay. Tras la despedida, "a la francesa", de su Majestad Israel I, llegaron a la isla urbana un par de viajeros, aparentemente occidentales, y se instalaron en ella: uno en cada extremo, y nunca les hemos visto juntos. A diferencia de Israel, quien, debido a su refinada educación, gustaba de relacionarse con las gentes del Mar Urbano en el que pescaba cada día, estos individuos son menos sociables (del agua fría huye el gato escaldado). A uno de ellos, ni nos atrevemos a acercarnos; al otro, poco a poco le hemos ido entrando, y ya frecuenta ...