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La Llama Eterna: Relato XLI - ¿Se han secado ya tus alas, Biquí? -

Texto extraído íntegramente del programa de RNE: "Sinfonía de la Mañana", por Martín Llade.      Satie y Suzanne, las dos “eses” que podrían unirse en un beso. Un embrión de pasión embotellada. Se hubieran intercambiado los nombres y nadie se hubiese dado cuenta: Erik Valadon, y Suzanne Satie ¿Es que nunca te cambias el traje? ¿Es que nunca hablas por dentro de la boca? ¿Siempre por fuera? Si yo fuera esa boca, devoraría los silencios inútiles entre las palabras. Satie; sólo Satie. Yo no le gusto a la gente, y la gente no me gusta a mí. Nunca habréis visto un desequilibrado más ecuánime que yo. Pianista de lupanar, reconvertido en intelectual de la Música. En realidad, nunca dejó de escribir canciones de burdel, sólo que las tocaba más lentas, como si fueran chistes verdes contados por Chopin. ¿No recordaba Suzanne aquella canción? Se la escuchó tocar a Él, en el Auberge du Clou , en Bass Pigalle ; el paraíso de la gente de “baja estofa”. Con sus lentes ahumadas, y su

La Llama Eterna: Relato XL – Genios y Figuras -

Texto extraído íntegramente del programa de RNE: "Sinfonía de la Mañana", por Martín Llade.      A pesar de que no todos los días uno tenía el privilegio de ver a Mozart, el Joven no estaba nervioso; sus Valedores, en cambio, sí que mostraban cierta inquietud. Llevaban ya casi una hora aguardando en el lujoso salón de la enésima casa que “El de Salzburgo” había alquilado en Viena; esta vez en el barrio de Hasengrund. El Joven se levantó y examinó la estancia. Dominada por una imponente mesa de billar, sobre la cual había diseminadas algunas partituras manuscritas, no faltaban en ella los manuscritos más refinados, cristalería de Bohemia, y tabaqueras y otros objetos rematados en nácar. El Músico examinó la obra en la que Mozart estaba trabajando, era una sinfonía en Sol Menor; alguien le pidió que no tocase aquello, puesto que el Maestro era muy susceptible en lo referente a sus composiciones “sin terminar”; y dejó los folios, tal y como los encontrase, en la mesa. Al

La Llama Eterna: Relato XXXIX –El Chocolate "amargo" del Canónigo-

  Texto extraído integramente del programa de RNE: "Sinfonía de la Mañana", por Martín Llade.      El día que se presentó ante el Cabildo Catedralicio se quedaron sorprendidos. Hasta aquel instante algunos habían supuesto que era mudo, pues nunca le escucharon antes articular palabra alguna. El Canónigo Dussolier, lo recibió en su despacho, justo cuando estaba a punto de merendar un gran tazón de chocolate. Él nunca lo había probado pero, encontró el olor deliciosamente tentador, como una corriente de cálida sensualidad que penetrase por sus vías nasales, hasta lo más recóndito de su mente. En cambio, cuánto frío hacía siempre en el órgano de la Catedral. -¿Qué demonios quieres? –le espetó el Canónigo, mojando un bizcocho en el chocolate. Farfulló algo de irse a París, a imprimir no se qué. Por lo menos, eso es lo que Dussolier creyó entender; porque hablaba con los labios hacia dentro, como devorando las palabras a medida que las trataba de articular. Parecía un

ACEPCIONES. Capítulo 9 --El Enigma--

9 El Enigma. El Enigma es el Silencio profundo y oscuro, el promotor de los Deseos del Arquitecto, el incitador de su Curiosidad, su Némesis. 9.1 El Silencio. Es la Música (8.1) en Reposo (). 9.2 La Curiosidad. Es la única debilidad del Arquitecto (-1) (10), su Caos (6.6). Gracias a la Curiosidad, el Arquitecto sigue construyendo. 9.2.1 La Creatividad. Es la satisfacción del Deseo de Curiosidad del Arquitecto y por ende de cualquier Ser; incluso los Seres Inanimados tienen Curiosidad por sentirse un Ser Animado. 9.2.1.1 La Genialidad. Es la expresión sublime de la Creatividad (9.2.1) en el Ser Animado (7.1) que da por resultado el Arte (8). 9.2.1.1.1 El Genio. Es el Ser Humano (7.1.5) agraciado por el Arquitecto con la Genialidad. 9.3 La Emoción. Es la invasión forzada a la Consciencia (2) del Ser (7) por la Satisfacción (9.3.1) cumplida del Deseo Supremo del Arquitecto [La Música (8.1)]. 9.3.1 La Satisfacción. Es la Capacidad () para percibir y disfrutar

La Llama Eterna: Relato XXXVIII –¡¡Qué historia!! -

   Texto extraído íntegramente del programa de RNE: "Sinfonía de la Mañana", por Martín Llade.      Mojó la pluma en tinta, y los labios en vino francés. Estaba sólo, como nunca lo había estado antes. Él, al que las multitudes aclamaban cuando su carruaje penetraba en las murallas de las grandes capitales europeas; al que Príncipes y Reyes se llegaron a disputar, lo mismo que a la más preciada pieza de caza, o el más famoso de los cocineros. Sólo y desconcertado, en aquel cuchitril de París. Decían que la capital francesa era la ciudad de los sueños, y que después de visitarla, uno podía morirse ya en paz; pero, en modo alguno, hubieran podido esperar que sucediera, especialmente cuando quedaban tantas cosas por hacer; tantos conciertos, obras que presentar a los impresores más prestigiosos, encargos que recibir de los más destacados visitantes de Versalles. Y ahora, todas sus esperanzas se habían evaporado con la misma evanescencia que una tenue llama ante un soplid

La Llama Eterna: Relato XXXVII – Este Tipo está para que lo encierren -

Texto extraído íntegramente del programa de RNE: "Sinfonía de la Mañana", por Martín Llade.          En alemán, la palabra “leiden” significa sufrimiento; pero es también el nombre de la ciudad holandesa, en la que el eminente Doctor se hallaba de vacaciones. Por ese motivo, le fastidiaba que aquel histérico Director de Orquesta le enviara un telegrama urgente, pidiendo una sesión con él. - <<Estoy desesperado>> –suplicaba. Aceptó entonces una cita, pero debían ajustar horarios. Podían verse, apenas tres horas, el veintiséis de agosto; a fin de que el Músico no tuviera que renunciar a sus compromisos. Fue a recogerlo a la estación de tren, y le propuso que dieran una vuelta a pie por la parte antigua de la ciudad. Visto de cerca, lejos del oropel del podio de Director, el Músico destacaba por una tez rojiza, que le daba un aspecto de extrema delicadeza; como de vasija antigua recién desenterrada a punto de romperse el primer rayo de sol. - Us

La Llama Eterna: Relato XXXVI –Sucedió en Ypres-

Texto extraído del programa de RNE: "Sinfonía de la Mañana", por Martín Llade.        Sucedió en Ypres, aunque podía haber ocurrido en cualquier otro lugar del Mundo; porque el Mundo estaba en guerra, y no había lugar suficiente sobre su faz, para dar cabida a tanto odio. Cavaron trincheras de cinco, diez, hasta quince metros de profundidad; y, ni aun así, lograron almacenar toda aquella cólera que les bullía en los pechos. Y, aunque inventaron ametralladoras que cortaban el sonido en dos, con la misma facilidad que el lino unas tijeras de costurita; y crearon gases capaces de matarlo todo; no pudieron asfixiar el odio. Su boca negra que, a cada macabra sonrisa, mostraba dos hileras de proyectiles humeantes, era capaz de inhalarlo todo, y sin necesidad de máscaras anti-gas; como un espantapájaros negro, a cuyo paso la tierra quedase en carne viva, el Odio avanzaba por los campos de Europa cosechando lágrimas. No se vio nunca una vendimia tan amarga; su sabor perdurar