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Mostrando entradas de julio, 2016

LA HUMANIDAD: UNA ESPECIE CON OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Desde las calzadas y los canales romanos, la Humanidad no ha creado nada laico cuya vocación fuera la de durar para siempre ; ni siquiera la Gran Muralla china, pues, aparte de su majestuosidad, su función de fortaleza terminó cuando acabó la amenaza de los guerreros mogoles. Cada vez que hemos intentado tener una perspectiva milenaria de nuestra existencia, ha llegado una oposición imparable que "suavemente" la ha reconvertido en promesas del Más Allá. Ya no pensamos en la eternidad de nuestra Especie, si no en la del Individuo; eso sí, después de la muerte. !Vaya timo! Han habido intentos de crear ideologías milenarias, ninguno acertado, y todos malogrados al enfangarse en el instinto egoísta del nacionalismo y el racismo; curiosamente diseñados siempre en torno a la misma fuente espiritual. Hoy, la perspectiva vital de moda para los humanos se circunscribe entre trabajar como un burro para conseguir una larga jubilación (sometida ahora a una campaña de inviabilidad

ROTONDA REVISITED I. Buscando una explicación.

Hace más de dos años que Israel, el Rey de Rotonda, abandonó su Isla; y no ha vuelto. No se despidió de mí, pero días antes de partir, me dejó un mandato: -Amigo Phineas, si la laberíntica espiral en la que nos encontramos tiene su salida en un Agujero Negro, para escapar hay que ir a la entrada, al principio del sendero ensortijado. Hay que volver a la Madre. Hay que regresar a ÁFRICA. Súbdito fiel, volé a África después que las golondrinas, cuando ya habían caído las primeras nieves. Él no sé dónde se fue, pero me han dicho que al igual que las abejas reinas deambulan rodeadas de su enjambre buscando el mejor lugar para su panal, le vieron haraganear por los barrios residenciales acompañado de otros vagabundos buscando su nueva Arcadia. Hace unos días que volví de África, y he vuelto realmente decepcionado: la Madre de la Humanidad ya no es fecunda. En África ya no nacen africanos, si no europeos negros deseosos de abandonar ese útero donde se gestaron, por excesivament