Mi abuelo, I

Mi abuelo estuvo en Argeles Sur Mer, pero pudo volver. Dos paisanos suyos no tuvieron suerte, todo porque uno era mudo (sordo) y su hermano no lo abandonó; y eso que estaba casado (eso es fraternidad). Los franceses los entregaron a los nazis y terminaron sus días en Ausbiss o como quiera que se llame el pueblucho aquél. Mi abuelo había dejado tres hijas, y decidió volver. Curiosamente lo emplearon para trabajos forzados en las ruinas de Ampurias. 

Sonrió a veces, que yo lo vi, pero nunca volvió a reír.

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